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Pilar Llanos Duarte. cedida

Pilar Llanos, de 22 años: «he tenido que rechazar contratos de trabajo por las secuelas que me dejó la Covid-19»

Martes, 8 de diciembre 2020, 20:40

Tras superar el coronavirus, numerosas personas tienen que afrontar las secuelas que puede causar esta enfermedad: debilidad muscular, lesiones pulmonares, malestar emocional, fatiga o cansancio extremo.

Por eso, cuando la enfermera jerezana Pilar Llanos Duarte, de 22 años, contactó con HOY Jerez de los Caballeros, su objetivo era patente: contar su experiencia e intentar concienciar a la ciudadanía porque, aunque cumplir las normas y recomendaciones está sujeto al nivel individual, frenar los contagios por coronavirus es una responsabilidad colectiva y eso, a veces, se olvida.

Llanos cuenta que, siempre, ha intentado tener mucho cuidado y tomar todo tipo de precauciones, sobre todo, cuando trabajaba en el hospital, «los meses de verano que estuve trabajando, aunque es cierto que la curva de contagios bajó, el virus no se fue, seguía presente, y el día a día en el hospital se vivía con incertidumbre, no por contagiarme yo, ya que al fin y al cabo son riesgos de mi trabajo, sino por contagiar a mi familia y personas vulnerables». Incluso, relata, «cuando trataba a pacientes con Covid-19 y a otros que no sabía que lo eran, pero que, al final, daban positivo, antes de venir a Jerez, esperaba 10 días en Cáceres por precaución».

No obstante, muchas veces, no todo esto es suficiente. La irresponsabilidad y falta de empatía de muchas personas ponen en peligro al resto al no hacer caso de las recomendaciones y normas como pueden ser: llevar mascarilla o respetar la distancia social. Personas que se reúnen con amigos, familiares y otras personas sin protección alguna y en cualquier lugar como si fuesen impermeables al virus. Actitudes que esta joven enfermera jerezana quiere denunciar al ver cómo el coronavirus llegó a su vida y a la de su familia, «da mucho coraje e impotencia ver que estamos haciendo las cosas bien y que, finalmente, nos contagiemos por esa irresponsabilidad. Al primero que se lo diagnosticaron fue a mi padre, después, a mi madre, mi hermano, mi pareja y a mí».

Durante esos días, «comencé con dolor en los riñones y náuseas, estuve varios días muy congestionada y con tos, dolor en las articulaciones y de cabeza, febrícula y, además, perdí el gusto y el olfato». No obstante, en su mente, subraya, siempre estaba su padre, «psicológicamente, lo he pasado muy mal, sobre todo, por mi padre, que es factor de riesgo y tenía miedo a que no evolucionase bien. También, por mis abuelas y mis tíos mayores que, aunque los visitamos con mascarilla y manteniendo la distancia de seguridad, el miedo del contagio, siempre, está ahí».

Una situación, indica Llanos, que la llevó a pasarlo muy mal, «tuve que rechazar contratos porque cuando me llamaron era positivo y cuando, por fin, di negativo, no podía incorporarme porque tenía secuelas y no me sentía recuperada». Actualmente, aunque hace una semana que ha vuelto a trabajar y cada día se encuentra mejor, «continúo muy cansada y con dolor en las articulaciones y los riñones, sobre todo, cuando paso mucho tiempo andando».

Por eso, «me gustaría hacer un llamamiento a que se respeten las recomendaciones y, sobre todo, al uso de mascarilla porque es una de las formas que tenemos de protegernos a nosotros mismos y a los demás». También, «quisiera enviar un mensaje a los más jóvenes como yo, para hacerles ver que el coronavirus es algo que nos afecta a todos, que no subestimen a este virus, ni piensen que no supone ninguna amenaza para su salud, ni que esto es cosa de gente mayor. No por ser jóvenes se va a ser asintomático o no se van a tener secuelas», además, «hay que pensar en todas las familias, en las personas mayores o con factores de riesgo que, incluso, podrían fallecer. Yo soy joven y, aunque no he estado grave, no lo he pasado nada bien».

Es muy injusto y triste, manifiesta Llanos, «que no hayamos aprendido nada y que las irresponsabilidades de unos las estemos pagando otros que sí estamos haciendo bien las cosas». Por eso, su deseo para esta Navidad es que «nos concienciemos y cumplamos las medidas para evitar posibles contagios, porque Navidades habrá muchas y es mejor perder una Navidad que perder a un familiar o amigo».

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