La quema del rabo del diablo también protagoniza la víspera de la festividad del Patrón

El Llano de Santa María volvió a ser escenario anoche de la tradicional quema del rabo del diablo, celebración singular que en la víspera de la festividad de San Bartolomé, patrón de Jerez de los Caballeros, tiene como protagonista al fuego como elemento purificador. Los fuegos artificiales, el repique de las campanas del templo visigodo de Santa María de la Encarnación y la convivencia en torno a la degustación gratuita de cerveza y el popular aperitivo del rabito del diablo, para los adultos, y refrescos y bocadillos de jamón, para los pequeños, marcaron el preámbulo de esta ceremonia.

Poco antes de las diez de la noche, los Amigos de la quema del rabo del diablo, al frente de su organización, fueron disponiendo sobre el Llano de Santa María hileras de pasto en forma de cuadro y terminadas en una especie de cola, representando el rabo del diablo. Con la colaboración siempre, de: Ayuntamiento, Bomberos, Cruz Roja, Protección Civil y casas comerciales, todo estuvo preparado para la citada quema. Antes, propios y visitantes no desaprovecharon la oportunidad de hacerse una foto con el diablo y la diabla, personajes que, una vez más, presidieron la escena.

Ataviados con su camiseta roja, los amigos de esta tradición fueron prendiendo fuego a las hileras, pero en esta ocasión, costó bastante que las llamas alcanzaran la habitual intensidad debido a la humedad del pasto, tras las lluvias registradas esta semana. Ante la escasa combustión, hubo quien se adelantó al momento de saltar por encima de las citadas hileras en ese ritual que se repite cada año de atravesar las llamas para dejar atrás lo malo. Al final el humo fue más protagonista que el fuego y obligó a muchos de los presentes a alejarse del lugar.