Ismael Sánchez Garrido, un joven jerezano que ha emprendido en el ámbito ganadero

Ismael Sánchez Garrido, jerezano de 27 años, está al frente de una moderna explotación caprina dedicada a la producción de leche. En la actualidad cuenta con 550 cabras que, a diario, requieren de sus cuidados y atención, aunque tiene la ayuda de la última tecnología para su buena gestión y rendimiento.

Lo primero que sorprende en su explotación, situada en una finca del entorno de Jerez de los Caballeros, es una gran nave de 900 metros cuadrados, con un doble techo de gran altura y ventanales para una buena ventilación; perfectamente acondicionada para la estancia de los animales, con sus corrales y apartaderos, sala de espera y enfermería para las cabras que enferman y evitar así el contagio al resto de la cabaña. Pero hay otras instalaciones que llaman la atención y que sitúan a esta explotación como una de las mejores de España, destaca Ismael, según la opinión recibida por parte de profesionales del sector, recientemente han visitado la explotación profesores de la Universidad de Venezuela, afirma.

La Explotación caprina Redondo, como así se denomina, forma parte de la asociación ACRIFLOR (Asociación Nacional de Criadores de Ganado Caprino de Raza Florida), lleva en funcionamiento desde diciembre del año pasado y para su puesta en marcha, Ismael ha contado con un gran apoyo de su padre, Eugenio Sánchez Sevilla, quien cifra en unos 200.000 euros la inversión realizada en estas instalaciones, ubicadas en una finca propia en la que él mismo se ha dedicado a otras actividades vinculadas al campo como el carbón y el corcho. El joven jerezano se muestra contento y con ganas de seguir potenciando su explotación, en la que cuenta con el apoyo de su pareja, Selene. Reconoce que son pocos los jóvenes que se animan a emprender en una actividad como ésta, no hay muchos jóvenes que se dediquen a esto, pero yo estoy contento, expresa.

Instalaciones

Junto a la mencionada nave, la explotación cuenta con otra instalación de unos 200 metros cuadrados dedicada a la guardería o chivera, donde se ubica a los chivos recién nacidos que son alimentados por un robot nodriza hasta alcanzar los 10 kilos de peso. A partir de ahí, las hembras se incorporan a la explotación para la producción de leche y los machos se venden al sector cárnico. Una de las instalaciones más interesantes es la sala de ordeño, cuenta con una ordeñadora delaval con capacidad para ordeñar 400 cabras a la hora, señala Ismael. Es curioso asistir al momento del ordeño, las cabras entran en la sala y tras subir una pequeña rampa que conecta con la nave principal, se colocan solas en los distintos apartados de la ordeñadora, atraídas por la llamada de su dueño y por el pienso, comenta Ismael con una sonrisa. Entran por turno de 32 cabras cada uno y, en un minuto y medio o dos, ya están ordeñadas. Hay que tener especial cuidado con algunas cabras que tienen las ubres especialmente grandes. La ordeñadora cuenta con retirada automática, de manera que cuando termina el ordeño cada cabra regresa a su lugar, aunque antes su dueño siempre les aplica yodo en los pezones para evitar infecciones.

En todo el proceso, subraya Ismael Sánchez, se observa la máxima higiene, la leche no se toca en ningún momento, pasa por un filtro y de ahí directamente a los tanques de refrigeración hasta que se la llevan, cada dos o tres días vienen a recogerla. Su destino: las queserías de la zona. Tanto la ordeñadora como los tanques cuentan con lavado automático. La explotación está libre de turbeculosis, incide Ismael, y cuenta con veterinario propio, José Fernando Larrasa.

600 litros al día en esta época

En esta época del año, la producción de leche de esta explotación se sitúa en los 600 litros diarios. Lo normal es que las cabras estén dando leche unos 10 meses al año, aunque hay cabras muy buenas que no se llegan a secar y dan leche todo el año. Tiene su propio record, una de sus cabras ha llegado a dar 16 litros de calostro y la campeona de la explotación suele dar unos 5 o 6 litros de leche. Todas las cabras reproductoras cuentan llevan un collar numerado, además de la identificación del crotal, para controlar la producción de leche e identificar a sus crías

Las cabras están buena parte del día en exterior de la nave donde Ismael también cuenta con un apartadero para los machos, 14 en total, todos con sus nombres (Alfonso, Golfo, Fernan, Ninja, Unicornio.). El ganado con el que ha comenzado la andadura de su explotación es adquirido, pero el objetivo de Ismael Sánchez, en el que ya trabaja, es contar con su propia cabaña mejorando la genética.

Entre otras curiosidades, esta explotación también cuenta con una máquina de volteo que, como indica su nombre, da la vuelta al animal y permite cortarle las pezuñas con facilidad, utilizando una tijera eléctrica.

Ismael Sánchez piensa en el futuro y aunque su padre le dice que primero las cabras y después los campanillos, su sueño es poder ampliar su explotación y llegar a montar una quesería propia.