La saca de corcho emplea a varios cientos de personas en en Jerez y su entorno

La saca del corcho emplea a varios cientos de personas en las fincas del extenso término municipal de Jerez de los Caballeros y su entorno, donde cuadrillas de sacadores se afanan para extraer esta materia prima del alcornoque, que tiene un gran valor. Es una fuente de ingresos para muchas familias de esta zona.

El oficio no es fácil, destaca Francisco Vázquez, Badajoz como todos le conocen, manigero de una cuadrilla desde hace 20 años, la mitad de los que lleva en esta profesión. El sacador tiene que saber parar en la arboleda y sacar el corcho sin hacer daño al alcornoque, indica este vecino de Valle de Santa en el inicio de una campaña con mucho trabajo por delante, aunque esta temporada, señala, hay menos corcho en la zona.

Junto a Jerez de los Caballeros, con sus aproximadamente 72.000 hectáreas de dehesa en la que una buena parte es alcornocal, están poblaciones como Burguillos del Cerro, Salvatierra de los Barros, Oliva de la Frontera y Zahínos. Solo en esta última indica Vázquez, pudieron trabajar la campaña pasada unas 300 personas en la saca del corcho. Es el medio de vida de muchas personas de manera directa pero también indirecta ya que el sector del transporte también se apunta al valor de esta actividad en cuanto a la generación de empleo, para poder transportar el corcho a las empresas dedicadas a su preparación y transformación.

La saca del corcho se lleva a cabo en los meses de junio, julio y primeros de agosto, principalmente. Es una actividad dura, reconoce Francisco Vázquez, pero también bonita aunque cada vez hay menos sacadores. Por ello este manigero defiende la necesidad de la formación ahora en plena campaña para que el oficio perviva puesto que la materia prima sigue estando ahí y es un producto generador de riqueza aunque no está suficientemente valorado, añade.

Producción

La producción estimada de corcho en plancha para este año en toda Extremadura será de unas 24.000 toneladas en esta campaña de saca, que se prolongará hasta mediados de agosto, y que supondrá un volumen de negocio cercano a los 100 millones de euros. Los datos se han puesto de manifiesto en las XXVII Jornadas del Corcho que anualmente organiza Asaja Extremadura junto al Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex), celebradas recientemente en la capital cacereña para analizar el sector. En este encuentro, el ingeniero industrial y técnico de Cicytex, Fernando de Miguel, ha explicado que la climatología esta temporada ha sido «razonablemente buena», aunque más bien cálida y seca para el sector, pero se estima que la saca del corcho se coloque en la media de otros años para las 250.000 hectáreas de alcornocales de la región.

Estas cifras consolidan a Extremadura como la segunda región productora de corcho a nivel nacional, después de Andalucía, y por delante de Cataluña y Castilla-La Mancha.

El corcho extremeño se utiliza principalmente para la fabricación de tapón natural, aunque también se dan otros usos como parquet y aglomerados decorativos y de aislamiento de viviendas.

En las citadas jornadas, a las que han asistieron productores de la región, se ha analizado el mercado, se ha dado a conocer el borrador de una guía de buenas prácticas para trabajos en altura de la saca del corcho y se ha hablado también de un proyecto estratégico que estudiará, en un plazo de tres años, la correcta gestión de los alcornocales, según señala la directora de Cicytex, Carmen González. También se llevará a cabo otro proyecto transfronterizo para mejorar la sostenibilidad de la dehesa en todos sus ámbitos. González señala que tanto los estudios como los trabajos que se desarrollan en este sector están encaminados a mejorar la productividad de la dehesa extremeña que, en el caso del alcornocal y la saca de corcho, da trabajo a unas 6.000 personas en la región.