Las obras de restauración de la muralla podrían finalizar en junio

El pasado mes de marzo se cumplían siete años del derrumbe de un tramo de la muralla de Jerez de los Caballeros, en la zona del parque de Santa Lucía. Los trabajos para culminar su restauración continúan y se espera que para comienzos de este verano puedan estar finalizados, según la información facilitada a este periódico por la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Como ya informó HOY Jerez de los Caballeros, las obras correspondientes a la última fase de intervención en dicho bien, con un coste de unos 477.000 euros, financiadas por el citado Ministerio y promovidas por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, comenzaron hacia finales de 2015, tras su adjudicación a la empresa Trycsa y después de que la Junta de Extremadura hubiese promovido la redacción del proyecto técnico. Tras varios meses de paralización de las obras, el año pasado, al haberse detectado problemas técnicos que afectaban de forma negativa a los vecinos, según explicó el teniente de alcalde, Feliciano Ciria, lo que motivó la realización de modificaciones en el proyecto; los trabajos se retomaban el pasado mes de octubre.

Esta última actuación, según los datos avanzados por el propio arquitecto redactor del proyecto y de la dirección de las misma, Jorge Manuel Viola Nevado, tiene como objeto conseguir la restauración completa del tramo colapsado que ya había sido estabilizado mediante un muro de hormigón armado, la restauración de los tramos laterales y la estabilización de los terrenos adyacentes, aún apuntalados con dos estructuras de acero.

Pantallas de contención

Hasta el pasado mes de marzo, se había realizado el 60% de la intervención contemplada, según datos de la mencionada Secretaría. Las obras ejecutadas hasta ese momento han consistido en la realización de dos pantallas de contención, una a cada lado del tramo de la muralla que colapsó, han indicado las mismas fuentes. Dichas pantallas están compuestas de micropilotes que quedan anclados en la roca subyacente y se sujetan por una viga de coronación de hormigón. Todo ello queda en el interior del terreno y bajo la rasante de la calle sin afectar a la muralla.

La misión de estas pantallas ya ejecutadas, se explica, es doble: por un lado consolidar y sostener los terrenos y por otro servir de soporte a la muralla que queda unida a ellas mediante el cosido con barras de acero inoxidable y carbono. Al mismo tiempo se ha inyectado mortero de cal hidráulica para colmatar los huecos internos de la muralla. Desde la Secretaría de Estado de Cultura se indica que durante todo el proceso se ha realizado un seguimiento por monitorización de la muralla a través de clinómetros y fisurómetros, que ha dado como resultado que no se han producido movimientos ni en la muralla ni en los terrenos.

Una vez que terminen las obras, quedará un remate a esta actuación con la recuperación también de la zona ajardinada próxima a ese enclave que durante estos últimos siete años se ha visto desolada.