El Instituto ‘El Pomar’ celebra su 50º aniversario renovando su compromiso por la educación integral de su alumnado

El Instituto de Enseñanza Secundaria El Pomar celebró ayer un acto sencillo, familiar y emotivo, con motivo de su 50 cumpleaños, en el que se puso de relieve la amplia trayectoria de este centro educativo de Jerez de los Caballeros que comenzó a funcionar en 1966 como instituto laboral. Así lo recordaba su director, Manuel López, ante alumnos, profesores y personal del Instituto, tras referirse a un decreto publicado en 1964 que daba paso a la adjudicación provisional de las obras para su construcción sobre una parcela de 10500 metros cuadrados donada por el Ayuntamiento.

López habló de unos comienzos en condiciones precarias pues el centro carecía de agua corriente y de luz y el acceso era impracticable en invierno. En él se impartían las modalidades de: automovilismo, electricidad y carpintería hasta que en 1967, ha indicado López, se unifican las enseñanzas medias, el instituto pasa a denominarse Hernando de Soto y se imparte el Bachillerato. En el curso 1971/72, el centro cerró sus puertas durante 3 años por falta de alumnos, retomando su funcionamiento en el curso 1975/1976 como centro de Formación Profesional en las especialidades de Administración y Electricidad. Su director destacó como momento importante, cuando en el inicio de los años 90, el Instituto El Pomar se convierte en Instituto de Educación Secundaria y pasa a denominarse cin su nombre actual nombre, cursándose en el mismo los Bachilleratos de Humanidades y Ciencias Sociales y Científico Tecnológico y los ciclos formativos de Administración, Automoción y Mantenimiento Electromecánico. López destacó la definición entonces como objetivos del centro de cara al alumnado: el fomento de valores, la transmisión de conocimientos, Transmitir conocimientos y su integración en la vida social y laboral.

Los profesores: Rafael Morales, Mirian Cordero, Sandra Martínez y Marcos Chamizo y varios alumnos, reflejaron a través de historias, relatos y poesía, la vida, proyectos y experiencias compartidos a la largo de estos años, subrayando las inquietudes culturales, las relaciones humanas y los sentimientos que también han forjado la identidad de este centro, más allá de su actividad puramente académica.

Un árbol lleno de valores

La importancia de valores como el respeto, la tolerancia, la amistad, la libertad, la paz, la igualdad, la justicia, el compañerismo quedó y quedará presente en este Instituto, con la inauguración ayer de un árbol singular, realizado por los profesores y alumnos del departamento de Mantenimiento electromecánico. Una escultura metálica en forma de árbol, diseñada por el profesor de este centro, Francisco Rángel, quien junto a su compañero, Antonio Gañán, agradeció el apoyo de la dirección del centro y la ayuda de empresas en incidió en el propósito de que quede como símbolo del compromiso del Instituto El Pomar con esa educación en valores y esa formación humana que, unida al conocimiento, puede contribuir a crear una sociedad mejor.

En el mismo acto celebrado ayer, los profesores Marcos Chamizo y Vicente López, sembraron también, en la zona de acceso al centro, un nogal traído desde Umbralejo (Guadalajara) donde alumnos del centro han participado en un proyecto para la recuperación de pueblos abandonados.

El Instituto El Pomar, según ha avanzado su director, dará continuidad a la conmemoración de su 50º aniversario con otras actividades que tendrán desarrollo a lo largo del presente curso.