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Escena de la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.María Gamero.
Jerez de los Caballeros, donde el arte imaginero conquista los sentidos

Jerez de los Caballeros, donde el arte imaginero conquista los sentidos

La Semana Santa Jerezana estrena su reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Nacional

paula diaz

Domingo, 20 de marzo 2016, 12:56

La ciudad de Jerez de los Caballeros, Noble y Leal y Conjunto Histórico, Artístico y Monumental, se dispone a vivir y transmitir la devoción y el sentimiento de su singular Semana Santa, acontecimiento que implica a toda la población y revela un quehacer cofrade extraordinario que mantiene su latido a lo largo de todo el año.

El arte imaginero adquiere plena significación sobre hombros costaleros entregados, con fe y sentimiento, a la narración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, en el escenario particularísimo de calles empedradas, algunas de gran pendiente, que evocan el pasado templario de esta localidad del suroeste extremeño. Los momentos emocionantes se suceden desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, siendo la Real y Pontificia Cofradía de Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario, la encargada de abrir los desfiles procesionales en una jornada de júbilo en la que se representa la Entrada de Jesús en Jerusalén. Este momento se condensa en el Paso conocido como La Burriquita, renovado al completo entre los años 2009 y 2012 con imágenes, obra del escultor malagueño, Israel Cornejo Sánchez. Es uno de los Pasos de mayor envergadura de la Semana Mayor Jerezana, destacando por ello la labor de los más de 40 costaleros que lo llevan por calles de gran dificultad como la subida de la Ladera del Correo. Acompañando a esta escena, destaca en el mismo desfile la imagen de la imagen de Nuestra Señora del Rosario, de autor desconocido y restaurada en los años 90 por el imaginero Manuel Hernández León.

La sobriedad acompaña, el Lunes Santo, el Viacrucis que realiza la Hermandad de Penitentes del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, a las 2200 horas desde la iglesia de San Miguel Arcángel. Su imagen titular, el Cristo de la Vera Cruz, con una devoción creciente y portada por penitentes en unas sencillas pariuelas, es una talla que durante siglos presidió la ermita de la Vera Cruz. De autor desconocido, aunque hay quien sitúa su origen en el siglo XV, también se habla de que su realización pudo producirse, dos siglos después, y deberse a los escultores Antón Sánchez o al flamenco Roque Balduque. Siguiendo el itinerario de la Semana Santa Jerezana, la noche del Martes Santo, una de las escenas de mayor expresividad en el contexto de su celebración es la de Jesús Orando en el Huerto representativa del momento trascendental de la entrega del Hijo a la voluntad del Padre; el Cristo y el Ángel que aparecen en la misma son obra del escultor onubense León Ortega. Acompañando este momento que protagoniza la conocida Cofradía del Silencio, aparece en la misma procesión la imagen de la Virgen del Silencio, hermosa imagen salida de las manos del escultor Ventura Gómez, que desde el año 2012 forma parte del rico patrimonio imaginero de esta ciudad. El Miércoles Santo por la noche, otra imagen de gran significación, el Señor Ecce-Homo, talla de madera de cedro, obra del imaginero sevillano Manuel Hernández León, despierta la Pasión en las calles jerezanas. Vestido con túnica púrpura abierta hasta la cintura, es presentado al pueblo por Pilatos tras haber sido azotado y coronado de espinas. Su realismo cautiva a hombros de costaleros devotos de la Cofradía que lleva su nombre, entregados también a mostrar el dolor su Madre, la Virgen de los Desamparados, talla del siglo XVII que hasta 1952 fue la única imagen dolorosa de la Semana Santa de Jerez de los Caballeros.

En la jornada intensa del Jueves Santo, el arte imaginero sigue despertando el sentimiento y la emoción. La Real y Pontificia Archicofradía del Santísimo Sacramento pone en la calle, por la tarde, un desfile procesional denso, integrado por cuatro Pasos: La Santa Cena, conjunto escultórico singular realizado en terracota y recientemente restaurado por el restaurador jerezano, Licenciado en Bellas Artes, Jesús Salvador Pastelero; Jesús ante Pilatos, realizado en los talleres del Marqués de Matallana, el Cristo de la Piedad, impresionante y conmovedora talla de autor desconocido que este año preside la imagen oficial de la Semana Santa Jerezana y la Virgen de la Paz, otra imagen bella, surgida de las manos de Luis Álvarez Duarte en 1974. Ya de noche, el Llano de los Mártires acoge la salida de otra procesión intensa y llamativa en la que interviene una escolta romana a caballo, propia de la hermandad que lo protagoniza, la Pontificia y Real Cofradía del Señor Coronado de Espinas. Gracias a una investigación de la Universidad de Granada, recientemente se ha sabido que dicha imagen fue realizada por Duque Cornejo, discípulo del círculo de Pedro Roldán, según destaca José Javier Llorente, cronista de dicha cofradía. Junto a ella aparecen las imágenes de Jesús Flagelado, de autor desconocido y de la Virgen de la Amargura, obra de Sebastián Santos, que llegó a Jerez en 1952 y es motivo de admiración por su hermosura.

Madrugada

Sin pausa, Jerez se adentra con devoción en la jornada del Viernes Santo. La Real Hermandad de la Esperanza Macarena realiza su salida a las dos de la madrugada desde el templo patronal de San Bartolomé. La emoción envuelve a esa hora la puerta de esta iglesia en la que se concentra el esfuerzo sublime de los costaleros para sacar dos Pasos: la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Amor, obra del escultor portugués José Luis Pires Azcárraga que en un principio fue destinada a la Hermandad de San Gonzalo de Sevilla y al que acompaña un sayón, obra de Castillo Lastrucci, y María Santísima de la Esperanza Macarena, imagen bella, también admirada, obra del escultor sevillano Luis Álvarez Duarte y réplica exacta de la misma imagen de Sevilla. Tras esta procesión, llega otro momento singular en esta Semana Santa, como es la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno, titular de la Cofradía del mismo nombre, cuyo origen se sitúa en el siglo XVII y es referente del fervor popular jerezano, al amanecer. Las distintas imágenes que le acompañan hoy en día, son fruto de un proceso de renovación y obra de Ventura Gómez. La imagen titular también ha sido objeto de una intervención reciente por parte de Jesús Salvador Pastelero. Junto a la misma destaca la talla de la Virgen de la Encarnación, obra de León Ortega, y presente también en las otras dos procesiones que la misma Cofradía realiza el Viernes Santo, la Procesión oficial del Santo Entierro en la que aparece otro conjunto escultórico de gran factura como es el Paso del Descendimiento de Nuestro Señor, también de León Ortega y la singular Muerte Pelá, y la Procesión de la Soledad. Culminando el rosario de imágenes que conforman la vivencia de la Semana Santa de esta ciudad templaria, se incorpora el Domingo de Resurrección, el paso majestuoso del Señor Resucitado, obra de Ortega Bru y protagonista de a ceremonia triunfal del Encuentro la mañana de este día en la Fuente de los Santos, junto a su Madre, la Virgen del Rosario.

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