

Paula Díaz
Viernes, 11 de diciembre 2015, 18:50
Ayer viernes falleció Antonio Carrasco Mesa, persona afable, muy querida en Jerez de los Caballeros y muy vinculada a la Iglesia. El era y será el entrañable presidente de los monaguillos de esta localidad, una labor que ejercía de manera abnegada y con mucha fe y devoción, según expresó en una entrevista al diario HOY de Extremadura en el año 2007.
Orgulloso de su condición de monaguillo, en la mencionada entrevista, explicaba cómo empezó a ejercer esta tarea, de la mano de la hermana Coronada, tras realizar la Primera Comunión en el Convento de las Hermanas de la Cruz. Primero fue monaguillo en la ermita de los Santos Mártires, luego en la iglesia de San Miguel y finalmente estuvo en todos los templos de Jerez porque como decía, le gustaba ir a las iglesias. Preguntado por alguna anécdota, Antonio contó con su amable sonrisa y sus ojos chispeantes, como en una ocasión se confundió, le puse cera líquida en vez de agua en la vinajera al cura don José María Campanón y se la bebió en la misa.
Gran apasionado de la Semana Santa de Jerez de los Caballeros, en marzo del año 2010, recibió el título de Caballero Cofrade, máxima distinción que concede la Junta de Cofradías de esta ciudad a personas, entidades o colectivos, en reconocimiento a su quehacer a favor de la Semana Mayor Jerezana. En el acto celebrado con tal motivo en la iglesia de San Miguel Arcángel, el entonces presidente de la citada Junta, Miguel Hernández, resaltó su presencia en todas las procesiones junto a los sacerdotes que han ejercido su labor pastoral en esta ciudad, es la persona que más kilómetros ha hecho en la Semana Santa, todas las cofradías quieren a Antonio y Antonio quiere a todas las cofradías», destacó. Emocionado, agradeció a todas las cofradías la concesión de este galardón al tiempo que destacó el apoyo que siempre le ha brindado su familia.
Antonio tenía medallas de todas las Cofradías y presumía de ello. De todas recibió muestras de gratitud y reconocimiento en el mencionado acto, aunque no fue su único homenaje. También en el almacén de aceite de su tío Juan Carrasco donde trabajó muchos años, quisieron agradecerle su compañía y su labor, me regalaron un báculo y una pluma que me regaló mi primo Juan Antonio, afirmó también orgulloso.
Su recuerdo, aunque muy vinculado a la Semana Santa y a la vida religiosa de Jerez, también está presente en el afecto que regaló a tantas personas en su rutina diaria, camino de la Iglesia o de regreso a su casa.
Su funeral se ha celebrado esta mañana en la iglesia de Santa Catalina . Miembros de la junta de gobierno de la Cofradía de Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario han escoltado el féretro con sus restos mortales hasta el interior de dicho templo, donde cientos de personas le han dado su último adiós y han mostrado sus condolencias a su familia. El sacerdote Miguel Ángel González ha presidido la celebración de la Eucaristía junto a: Antonio Becerra, Nicomedes Silos y José María Campanón, también sacerdotes que han ejercido su labor pastoral en Jerez y a quienes Antonio Carrasco acompañó. González ha destacado la sencillez y la actitud de servicio del "presidente de los monaguillos de Jerez" y se ha refirido a él como un ejemplo a seguir.
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