La maestra de Jerez, Marcela González Rivero, recogerá la Medalla de Extremadura 2020 al colectivo de docentes

Marcela Dolores González Rivero, maestra de Jerez de los Caballeros, donde ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria docente, será la persona encargada de recoger este lunes próximo, 7 de septiembre, la Medalla de Oro de Extremadura 2020 concedida al colectivo de docentes.

Para esta maestra, recién jubilada (su último día en activo fue el pasado 31 de agosto), con 50 años de servicio reflejo de su gran vocación y del amor por su profesión, es un «grandísimo honor», recibir dicha Medalla en representación de sus compañeros, afirma.

Conoce la noticia de su elección desde mediados de agosto pero lo ha mantenido en silencio todo lo posible. Discreta, se dispone a recibir dicho reconocimiento con humildad y satisfacción porque entiende que «la Educación es el pilar de toda la sociedad, que puede transformar un proceso humanitario tanto de forma personal como comunitaria». E insiste en que si bien recogerá la mencionada Medalla, ésta se quedará en una sala de la Asamblea.

Se ha jubilado con 69 años porque ha llegado el momento de dedicar tiempo a su familia, aunque por ganas hubiera seguido, «volvería a empezar», expresa con entusiasmo y es que la docencia ha sido su vida. Natural de Higuera de Vargas, comenzó su carrera en Oliva de la Frontera en 1971 y allí impartió clases hasta que en 1975 se casó en Jerez de los Caballeros donde, tras ejercer como maestra también en Burguillos del Cerro, tomó posesión de su plaza definitiva en el Colegio 'Sotomayor y Terrazas'. En este centro impartió clases hasta 1996, año en el que accedió a la Educación Secundaria Obligatoria para ejercer de maestra en el Instituto 'Ramón Carande' durante 24 años, exactamente hasta este último curso

«Para mí ha sido una vivencia de lo más gratificante y enriquecedora y todos estos años en absoluto han supuesto esfuerzo alguno», expresa Marcela, persona enamorada de su profesión de la que guarda especiales recuerdos, «me quedo con el cariño de los niños, de los compañeros, su ayuda y el haber aportado todo de mi parte para que sean personas con conocimientos académicos pero con valores, que puedan transformar la sociedad, enriquecer nuestro pueblo y nuestra comunicad autónoma, aportando su trabajo de forma digna».

No lo esperaba, pero el próximo lunes pondrá un excelente broche a su trayectoria recibiendo la Medalla de Extremadura que en este año tan difícil reconoce la extraordinaria labor de los docentes en esta región.