

Jerez de los Caballeros está disfrutando con multitud de ofertas culturales, deportivas y de ocio durante el verano y una de ellas son las tracionales 'velás', que cada año hacen que los barrios más populares de la localidad se llenen de tradición, de juegos tradicionales, dulces típicos y de la convivencia entre vecinos.
Estas citas son organizadas por los vecinos de los barrios. Unas fechas que son fijas en el calendario en las que se pone en relieve la identidad de los rincones más significativos de Jerez.
El primer barrio en celebrar sus fiestas fue el barrio de Santiago, el pasado 27 de julio, para lo que la pequeña ermita en que se aloja el Santo se engalanó, al igual que su plaza. Durante la jornada, como es habitual, se pusieron en marcha juegos populares y hubo música y una gran animación desde la mañana hasta por la noche, cuando se pudo disfrutar de un bingo con grandes regalos.
A lo largo del próximo mes de agosto se llevarán a cabo el resto de velás, comenzando por la de Santa Catalina, que se celebrará los días 2 y 3 de agosto donde también habrá juegos, actuaciones musicales y el rico olor de los dulces tradicionales que volverán a vender las amareras de la Cofradía de Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario, organizadora de la velá, y vecinas del barrio.
El 14 de agosto será el turno del barrio de San Roque, donde cada verano por las mismas fechas se lleva a cabo la bendición de animales, una cita a la que siempre acuden, a las puertas de la ermita de San Roque con la imagen del Santo al lado, personas de todas las edades acompañadas de sus mascotas. Además, también se celebran juegos infantiles y hay música y diferentes actividades durante la jornada.
Esta velá se remonta a finales del siglo XVI y consistía, según la información recopilada por los vecinos del bario, en iluminar el Paseo de San Roque con una procesión de velas de aceite durante la noche y con las limosnas de los vecinos de la localidad se mantenía la ermita. La velá como se conoce hoy se recuperó en el año 1992 tras reconstruirse la ermita gracias a Ramón Vázquez Zambrano, quien era el párroco de aquel entonces.
Tan solo tres días después, el 17 de agosto, es el turno de la velá del barrio de Los Mártires, que tiene varios siglos de historia remontándose su origen a una fiesta que se celebró por el traslado del Santísimo Sacamento desde la iglesia de San Miguel hasta la ermita de los Santos Mártires Sebastián y Fabián, comenzando a celebrarse misa en ese templo.
Tras la misa de acción de gracias tiene lugar el tradicional pasacalles de gigantes y cabezudos y diferentes actividades infantiles y a las 15.00 horas llega el concurso de repique de campanas.
Le sigue la velá de San Bartolomé, los días 23 y 24 de agosto, otra de las velás destacadas que se celebra coincidiendo con la festividad del patrón de la localidad. La fiesta comienza en la víspera con la salida del diablo y el mismo día, por la noche, en el barrio de Santa María, se quema el rablo del diablo.
Finaliza el calendario de las velás la velá de Santa María también con multitud de actividades para todas las edades, que se celebrará los días 30 y 31 de agosto.
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