

El imaginero Luis Álvarez Duarte ha fallecido este viernes, 13 de septiembre, a los 70 años de edad tras no superar un ictus. El escultor, según ha informado el diario ABC, fue ingresado en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Traumatología del hospital Virgen del Rocío tras sufrir un ictus durante el mediodía del domingo 8 de septiembre y ha fallecido allí este viernes.
Su muerte ha llenado de condolencias y pésames el mundo de la Semana Santa, donde este imaginero tiene imágenes por toda España y es reconocido en todo el territorio nacional. Jerez de los Caballeros también siente su pérdida, pues de sus manos y su sensibilidad han salido dos de las imágenes más significativas, evocadoras y bellas de la Semana Santa de esta ciudad (de Interés Turístico Nacional), la Virgen de la Paz y la Esperanza Macarena. Las dos cofradías que las amparan, la Real y Pontificia Archicofradía del Santísimo Sacramento y la Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Amor y María Santísima de la Esperanza Macarena, se han sumado a las muestras de condolencias de la familia natural y de la familia cofrade «por tan gran pérdida», elevando una plegaria por su eterno descanso y pidiendo «que la Santísima Virgen lo tenga en su gloria».
EN JEREZ DE LOS CABALLEROS
El autor de la Esperanza Macarena jerezana Luis Álvarez Duarte, visitó Jerez de los Caballeros en junio del año 2012 para participar como ponente en el II Encuentro de Hermandades y Cofradías de la Esperanza Macarena organizado por la Hermandad jerezana que tiene el honor de tener como referente una de sus tallas.
En aquella ocasión, con emoción y de un modo cercano, Álvarez Duarte habló a los asistentes sobre el significado de la Esperanza Macarena en su vida. Sevillano, aunque de padres extremeños, el escultor, imaginero, restaurador y académico de las Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, mostró mediante una proyección de fotografías su amplia obra en torno a dicha imagen, con réplicas de la Esperanza de Sevilla que se venera en San Gil surgidas de sus manos, con destino a distintos lugares del mundo como: Nueva York, Bogotá , Málaga.... También La Macarena de Jerez de los Caballeros, a su juicio, la réplica más exacta y la primera imagen a tamaño natural que hizo y que, «llegó hace 35 años para no irse de esta bella ciudad», expresó en aquella intervención. La Esperanza que le «traspasó el alma» y que ha sido el timón y el ancla de su vida y de la cual cada talla que ha realizado, confesó, no es un trabajo, «es una oración que le hago» y una contribución para engrandecer la devoción a Ella.
En aquella importante cita la Hermandad de la Esperanza Macarena de Jerez de los Caballeros le expresó su cariño y admiración. Y también la Archicofradía del Santísimo Sacramento puso de relieve su orgullo por contar con una imagen suya, con motivo de la exposición antológica de Luis Álvarez Duarte en 2017 que reunió en Sevilla imágenes representativas de su gran obra, entre ellas la de la Virgen de la Paz que cada Jueves Santo en Jerez de los Caballeros funde su manto con el azul del cielo para procurar su amor sereno a las miles de miradas que la contemplan en la jornada más intensa de la Semana Mayor Jerezana.
El Niño imaginero
Discípulo directo de Francisco Buiza, en el plano local, Álvarez Duarte es autor de las vírgenes de Guadalupe de Las Aguas, el Patrocinio del Cachorro, Dolores de San José Obrero, Dulce Nombre de Bellavista, Divina Gracia de Padre Pío, el Cautivo y la Virgen del Rosario de San Pablo y los cristos de la Sed -que saldrá en procesión extraordinaria el próximo 28 de septiembre- y las Cinco Llagas de la Trinidad,entre otras.
Ese fue su apodo desde que comenzara su brillante carrera en la que revolucionó la concepción de la imagen procesional. Nació el 22 de mayo de 1949 en el seno de una familia vecina del barrio de San José Obrero, para el que precisamente realizó su Virgen de los Dolores en 1962, con tan solo 13 años. Su juventud le valió para llevar consigo el sobrenombre del «Niño imaginero». Ese joven que recibió enseñanzas de otros artistas como Francisco Buiza, Rafael Barbero, Antonio Eslava o Sebastián Santos; firmó en 1966 una de sus dolorosas más hermosas y a la cuál Luis le ha procesado una constante devoción: La Virgen de Guadalupe de la hermandad de las Aguas. Su casa en Gines -donde ha desarrollado sus últimas décadas de trabajo- y su hija, llevan el nombre de esta popular imagen.
Su producción se cuenta por más de mil todo el mundo, entre imágenes titulares, secundarias, profanas y para particulares. De sus manos han salido tallas para Sevilla, provincia, Andalucía, España y el extranjero; algunas tan conocidas como la Macarena de Nueva York, la Virgen del Amparo de La Habana o «el Cristo de los futbolistas» para la Catedral de Buenos Aires. Su modelo ha sido imitado por muchos escultores. En este caso, la Esperanza de la Trinidad ha jugado un papel decisivo en su vida, sirviendo de influencia en la mayor parte de las dolorosas de su producción. Del mismo modo, ha jugado un papel decisivo en intervención y restauración de imágenes, destacando sobre todas las del Cristo de las Tres Caídas en 1982 y la de la Esperanza de Triana en 1989, que le otorgó el aspecto actual a la dolroosa. Entre otras distinciones, el 17 de enero del 2006, fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.
Álvarez Duarte es todo un símbolo de la Semana Santa que se marcha. Un nombre enmarcado en el Olimpo de los que han hecho posible esta celebración y ha sido pieza clave para entender la religiosidad popular de los últimos cincuenta años en España. Con él se marcha una forma única de esculpir nacida de manera rotunda de la escuela sevillana que él tanto defendió.
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