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mari paz romero
La XIX edición del Belén Viviente de La Bazana se suspende por la Covid-19

La XIX edición del Belén Viviente de La Bazana se suspende por la Covid-19

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Domingo, 8 de noviembre 2020, 11:49

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La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 continúa cancelando y posponiendo eventos culturales, deportivos y de ocio. Esta vez, ha afectado a la XIX edición del Belén viviente de la Bazana que, año tras año, se celebra en el mes de diciembre y ofrece la postal navideña más entrañable del suroeste extremeño.

La Junta directiva de la Asociación Cultural 'El Labrador', organizadora del mismo, informa de la decisión de suspender esta edición «por cuestiones de seguridad debido a la situación de crisis sanitaria generada por la pandemia del coronavirus», ya que, «las características de esta representación, que se escenifica en un solo día y recibe la visita de miles de personas en pocas horas, imposibilita, en el contexto actual que vivimos, su desarrollo».

Portal de Belén.
Portal de Belén. MARI PAZ ROMERO

No obstante, aunque la Navidad será muy distinta, este año, en La Bazana, se vivirá, indica la citada Asociación a través de un comunicado, de un modo especial, «en los días previos a su celebración, prenderemos virtualmente la llama de sus hogueras para dar vida a sus personajes y motivos, rememorando sus momentos más destacados», pues, «queremos que la magia de la Navidad llegue, una año más, desde este pequeño enclave del suroeste extremeño a todos los rincones del mundo. Lo haremos dando voz a sus personajes, recordando con fotografías y vídeos su dilatada trayectoria».

mari paz romero

Belén viviente

Más de 200 vecinos de La Bazana dan vida a los personajes de las distintas escenas que conforman esta representación del nacimiento de Jesús, en un escenario natural de 7.000 metros cuadrados.

mari paz romero

El portal de Belén corona un recorrido del que participan varios miles de personas cada año y en el que se muestran escenas y oficios tradicionales de la vida rural de antaño. De ahí que este Belén viviente se convierta en un museo etnográfico en vivo: útiles y aperos de labranza en desuso, pastores, labradores, mujeres haciendo queso, lavando en el río, el carpintero, el alfarero, el zapatero, las hilanderas, el barbero, una taberna, el castillo de Herodes, pequeños apartaderos con animales (cerdos, ovejas, cabras, gallinas…) y un vistoso mercado en el que late la vida en torno al acontecimiento que se representa.

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