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Plaza de España de Jerez de los Caballeros. Archivo HOY Jerez.

Las calles y plazas de Jerez también se vacían junto al cierre de bares y negocios

Muchos extremeños salieron a sus balcones a las 22.00 horas para aplaudir a los sanitarios

CELESTINO VINAGRE | EVARISTO FERNÁNDEZ | ANA BELÉN HERNÁNDEZ | CRISTINA NUÑEZ / paula díaz

Domingo, 15 de marzo 2020, 12:08

Extremadura vive una jornada de confinamiento en la que las autoridades sanitarias han recomendado quedarse en casa para evitar el contagio por coronavirus.

Exceptuando las grandes colas de los supermercados de la región, las calles extremeñas permanecen casi vacias.

A pesar del confinamiento domiciliario de ayer, muchos extremeños salieron a sus balcones a las 22.00 horas para aplaudir a los sanitarios que trabajan contra el coronavirus.

En Jerez de los Caballeros, ya desde el viernes, se han sucedido los anuncios de bares, restaurantes y establecimientos comerciales indicando, desde la responsabilidad, el cierre de sus negocios. Y la imagen es la de calles y plazas vacías, siendo también escaso el tráfico de vehículos.

Ayer quedaba suspendido el Quinario de la Archicofradía del Santísimo Sacramento y los templos de la ciudad se cerraban a la celebración de la misa y cultos, según confirmó el párroco de Jerez, Antonio María Rejano, en una carta dirigida a los fieles en la que se ponía a su disposición y animaba a seguir la celebración de la Eucaristía a través de televesión.

Responsables del equipo municipal de gobierno en el Ayuntamiento, según ha confirmado HOY Jerez, se encuentran reunidos esta mañana para extremar las medidas en cumplimiento de los establecido por el «estado de alarma» decretado ayer por el Gobierno español.

Badajoz es este sábado una ciudad al ralentí. Sus servicios básicos están prestándose con normalidad y funcionan buena parte de los negocios, pero faltan clientes en la hostelería y el comercio y entre los empresarios, autónomos muchos de ellos, se extiende la idea de que muy pronto el cierre será total «porque no se hace caja».

La recomendación de permanecer en casa parece haber calado entre la mayoría de la población y la actividad es muy inferior a la de un fin de semana normal.

Pase de San Francisco de Badajoz.

En la calle Menacho, que un sábado de marzo debería estar llena de público, los empleados de las tiendas de moda hacen corros a las puertas de las tiendas. Las ventas de artículos para celebraciones se han frenado en seco y en las tiendas de telefonía tampoco hay clientes. Lo mismo sucede en El Faro, donde apenas se ve movimiento. Zara está cerrado, al igual que todos los negocios de la cadena Inditex.

Los bares han abierto en su gran mayoría, pero ya hay algunos cerrados tanto en el centro como en las barriadas. Los carteles en los que se indica que esa medida ha sido tomada para garantizar la salud de los clientes y de los trabajadores abundan también en las lunas de los escaparates de las grandes franquicias, que empiezan a echar el cierre como medida preventiva.

La antigua cafetería Vértice, que atiende a diario a los fucionarios y a los trabadores que viven en el entorno de la avenida de Huelva y el paseo de San Francisco, había servido tres cafés a las 12.00 del mediodía cuando lo habitual un sábado es que no baje de 30 o 40. También en el paseo de San Francisco se nota que los pacenses se encerraron en sus casas el viernes por la tarde y desde ese momento no han vuelto a salir salvo para hacer las compras necesarias.

Sí se ha notado una mayor afluencia de público en algunos supermercados, que en algunos momentos han tenido más clientes de lo habitual. Sin embargo, los taxistas del paseo de San Francisco han confirmado que el supermercado que funciona en la zona estaba funcionando con la normalidad habitual.

Esa misma calma ha vuelto a los negocios donde se ha formado alguna cola, como la panadería Los Remedios de la avenida de María Auxiliadora. A primera hora de la mañana había una fila en la calle para comprar el pan porque sus tres empleadas habían decidido colocar el mostrador junto al acceso del local para evitar la acumulación de clientes en el interior del establecimiento. Pero pasado el aluvión inicial la situación se había normalizado y a las 13.00 horas seguía habiendo pan disponible.

Paseo de Cánovas en Cáceres.

En Mérida, un par de matrimonios alemanes, tres vecinos de la calle José Ramón Mélida (la calle del Museo Romano que desemboca en el Teatro y Anfiteatro Romanos) y una familia de Dos Hermanas (Sevilla) de tres miembros, más los padres de la mujer. «Estamos aquí porque cuando llamamos, el jueves por la tarde, nos dijeron que no había ningún caso de coronavirus en Mérida y todos los monumentos estaban abiertos. Ayer nos avisaron que se cerraba los monumentos (el Consorcio de la Ciudad Monumental lo anunció en Facebook a las 10.42 horas). Ya estábamos de camino así que al final decidimos venir», resume Ángela, de 45 años .

La imagen ahora de Mérida, una ciudad turística por excelencia, es la de un 1 de enero a las once de la mañana. Apenas hay ciudadanos en las calles, ni siquiera en la Plaza de España, donde tradicionalmente se agolpan personas en las terrazas. «Voy a cerrar el restaurante. Me ha dicho el jefe que lo hagamos porque hay que tener responsabilidad», señala a HOY un empleado de Serendety, una de las taperías más reconocidas de la capital de Extremadura.

En la calle Santa Eulalia y en la vecina de San Francisco apenas permanecen tiendas abiertas. Solo las farmacias mantienen cierta actividad.

En la capital de Cáceres las calles muestran un considerable vacío que no está reñido con la presencia de algunos grupos de turistas. Personas con bolsas y carros de la compra se desplazan apresurados por las calles céntricas de la ciudad.

Aunque ayer se decretó el cierre de terrazas y veladores y hoy el alcalde Luis Salaya ha firmado la resolución, numerosos bares y cafeterías continuaban abiertos por la mañana, aunque poco a poco fueron cerrando sus puertas. Una parte del pequeño comercio de la ciudad y establecimientos de textil han iniciado el sábado con las puertas abiertas, igual que establecimientos como peluquerías, pero a lo largo de la mañana han ido cerrando y explicando la situación con carteles.

En la Plaza Mayor de Cáceres hacia el mediodía quedaban restaurantes abiertos que daban servicio sobre todo a turistas.

El alcalde de la ciudad, Luis Salaya, ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que eviten «aglomeraciones y espacios sociales». Ha pedido o a la gente «que se queden en casa». Ha enfatizado que no «hay problemas de abastecimiento, hay que evitar a toda costa acudir al supermercado y hay que respetar una distancia de metro y medio». Ha mandado un mensaje de ánimo a los trabajadores de las tiendas.

El tráfico rodado es escaso en la ciudad, aunque aún continúan funcionando los autobuses de línea.

Cabe destacar que apartamentos turísticos, hoteles, hostales, empresas de guías y actividades y el albergue cerrarán sus puertas durante el fin de semana en su mayoría. Así lo ha anunciado el presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos de Plasencia (Altup), Teo Magdaleno.

«Entendemos que las pérdidas económicas serán cuantiosas, pero tenemos que ser responsables y solidarios con la situación que estamos viviendo y por eso durante el fin de semana cerrarán la mayoría de nuestros socios», ha afirmado. «Todos debemos contribuir a frenar la propagación del coronavirus y por eso decidimos cerrar nuestros negocios».

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hoy Las calles y plazas de Jerez también se vacían junto al cierre de bares y negocios

Las calles y plazas de Jerez también se vacían junto al cierre de bares y negocios