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Empleados del Grupo Gallardo a la salida de la siderúrgica.
Los sindicatos exigen al Grupo Gallardo más recolocaciones de los despedidos en Galvacolor

Los sindicatos exigen al Grupo Gallardo más recolocaciones de los despedidos en Galvacolor

Se trata del aspecto clave para intentar pactar un acuerdo y minimizar el impacto del cierre de esta empresa que reabrió hace dos años

celestino j.Vinagre

Miércoles, 19 de septiembre 2018, 06:22

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Sin acuerdo, como estaba cantado, en la primera reunión entre empresa y representantes de los trabajadores tras la tramitación de despido colectivo en Galvacolor. La sociedad, una de las que forman el Grupo Gallardo Balboa, va a cerrar por pérdidas económicas y por falta de clientes provocadas por la situación del mercado del acero galvanizado. La propuesta inicial del grupo es el despido de 88 de sus 96 trabajadores.

Los representantes de los trabajadores negocian reducir el impacto de ese cierre para una plantilla muy joven y que, entienden los sindicatos, puede ser recolocada en un buen número en otras empresas de Gallardo, en Extremadura o fuera de la región. La plantilla total del grupo, referente industrial de Extremadura, asciende a unos 700 empleados.

El asunto de las recolocaciones se presenta clave para que en próximas reuniones (la siguiente está fijada para el lunes 24) se pueda cerrar un acuerdo de mínimos entre las dos partes. «Creemos que la propuesta de la empresa se queda corta y es posible avanzar más», expresó este martes a HOY Saturnino Lagar, secretario general de la Federación de Industria de CCOOExtremadura.

«Las negociaciones van por su camino para intentar cerrar un acuerdo y las posturas se están acercando», se aseguró a este diario desde el grupo empresarial con sede en Jerez de los Caballeros.

De un lado, los sindicatos consideran que las indemnizaciones por despido deben alcanzar los 33 días por año trabajado. La empresa, inicialmente, se ció a los 20 mínimos que fija la legislación laboral. Ahora, el grupo empresarial está dispuesto a pagar 30 días.

Hay que recordar que la antigüedad de la plantilla de Galvacolor es muy baja. Fueron contratados, en el mejor de los casos, hace dos años, cuando volvió a tener trabajo esta industria que echó el cierre durante la crisis. Los trabajadores, en su inmensa mayoría, son muy jóvenes y el más veterano no llega ni a los dos años en Galvacolor. Esto implica que las indemnizaciones a pagar son bajas en cualquier caso.

Negociación abierta

Del mismo modo los representantes de los trabajadores demandan al grupo Gallardo Balboa que aumente el número de trabajadores que se quedarían en Galvacolor. Esto es, que se reduzca el número de despidos. Consideran que son necesarios más de ocho empleados a pesar del cese de actividad, teniendo en cuenta que en Galvacolor se integra también la antigua Tubos Europa. La empresa ha dicho que eleva de ocho a diez el número de trabajadores que se quedarían.

Con todo, el asunto nuclear para intentar acabar con el conflicto laboral es la recolocación en otras empresas de Gallardo Balboa de los que se quedan sin trabajo en Galvacolor. La propuesta presentada por el grupo incluye cuatro reubicaciones. Son insuficientes para los representantes de los trabajadores.

«Puede incrementarse claramente en buena medida. Gran parte de la plantilla de Galvacolar es muy joven, sin ataduras familiares, sin problema para trabajar en otras empresas del grupo, no ya las que están aquí en Extremadura sino las que tiene fuera. Debemos aproximarnos al acuerdo por este asunto en buena medida», afirmó el representante regional de CCOO.

El Grupo Gallardo Balboa cuenta con empresas en Madrid, País Vasco, Asturias y almacenes de Marcelino Martín, otra de sus sociedades, repartidos por seis regiones.

El traslado de los despedidos de Galvacolor a otras empresas del grupo «es perfectamente asumible a tenor del resultado global del grupo y el nivel de actividad de otras áreas de producción, incluyendo en esta propuesta centros de trabajo de fuera de la comunidad», añadió la Federación de Industria de UGT.

Para UGT, el acuerdo «está lejos porque el conjunto de los trabajadores del grupo han sufrido con especial virulencia expediente tras expediente de regulación de empleo» durante la crisis. El sindicato ugetista dice que «es el momento para el principal grupo industrial de Extremadura del sector haga un gesto, máxime cuando las cuentas de resultados permiten la absorción de estos trabajadores en otras empresas».

Galvacolor inició su actividad productiva en febrero del 2002. Tras un parón por el impacto de la crisis reabrió en 2016. Se encargaba de producir chapa galvanizada a partir de bobinas laminadas en frío o caliente. Reabrió hace dos años tras fusionarse con Tubos Europa, que se centraba en la laminación.

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