MARI PAZ ROMERO
Domingo, 9 de septiembre 2018, 12:16
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Jerez de los Caballeros vivió, ayer, con devoción y fervor el traslado de Nuestra Señora de Aguasantas, Patrona del municipio, a su Santuario, donde se ponía fin a los tradicionales cultos que desde el mes de agosto se celebraban en el Templo Parroquial de San Bartolomé, organizados por la Hermandad de Nuestra Señora de Aguasantas. Cultos que han tenido como protagonista, desde el pasado 30 de agosto, la solemne novena, dedicada a cofradías y hermandades, niños bautizados, jóvenes confirmados, niños de primera comunión, enfermos, parroquias, familia, difuntos y enviados a anunciar, y que tenían como colofón la procesión de la Patrona.
Nuestra Señora de Aguasantas, ataviada perfectamente para la ocasión y entre aplausos, partía desde San Bartolomé, tras la celebración de la Eucaristía, acompañada por varios cientos de fieles, autoridades civiles y religiosas, representantes de las distintas hermandades y cofradías jerezanas, miembros de la Hermandad de Nuestra Señora de Aguasantas y los sones de la Agrupación Musical 'Maestro Sousa' de la OJE. No obstante, sería en la entrada a su Santuario, bajo una lluvia de pétalos, también entre vítores y cánticos, y ante la atenta mirada de los allí presentes, cuando se vivirían los momentos más especiales y donde comenzaría la dulce espera por verla de nuevo procesionar por las calles de Jerez.
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