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Miembros de la directiva de la Peña 'Conde la Corte' junto a Jesús Macarro (en el centro de la imagen). P.D.
La Asociación 'Conde de la Corte' rinde homenaje a Jesús Macarro ‘Manolín’

La Asociación 'Conde de la Corte' rinde homenaje a Jesús Macarro ‘Manolín’

La agrupación cultural taurina celebró su VI 'Comida de convivencia' en la Plaza de toros de Jerez de los Caballeros

sandra carbonero

Domingo, 23 de octubre 2016, 16:20

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La Asociación Cultural Taurina Conde de la Corte ha celebrado este sábado con gran éxito la VI Comida de Convivencia en la plaza de toros de Jerez de los Caballeros. La jornada comenzó con una exhibición de Doma Vaquera y de toreo de salón por parte de los alumnos del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz. Luis Reinosa El Cartujano, profesor de la Escuela, fue el encargado de dirigir y explicar la demostración que desarrollaron las futuras promesas del toreo extremeño.

En esta ocasión, la Asociación quiso rendir un emotivo homenaje al jerezano Jesús Macarro Manolín, por toda una vida dedicada a la Tauromaquia. Jesús ha llegado a desempeñar las labores de novillero, taquillero, empresario, monosabio, asesor taurino y mozo de espadas.

Como es tradicional, los aficionados degustaron una rica paella preparada por las mujeres de la peña, además de productos típicos de la tierra. Ya por la tarde, la nota flamenca la pusieron el grupo de baile Raíces Jerezanas y el cantaor Francisco Narciso Guisado El Chorrera junto con el guitarrista Castor de Paco.

Homenaje a Jesús Macarro Manolín

El barrio cayonco vio nacer en 1946 a Jesús Macarro. El pequeño de los cuatro hijos de Manolín y Dolores. Se podría decir que incluso Jesuli nació con un capote bajo el brazo.

Jesús fue siempre valiente y con casta. Desde muy temprana edad, comenzó a labrarse su futuro. Eran tiempos convulsos, de penurias económicas y había que ayudar en casa para que cada día hubiera un plato de comida en la mesa. A los 13 años, cuando aún era un chaval, Montero le dio la oportunidad de poder trabajar como dependiente. Y así lo hizo durante quince años. Después, tras un breve periodo en la báscula de la Siderúrgica de Alfonso Gallardo, viajaría durante treinta y tres años como comercial de la empresa jerezana por toda Andalucía. Muchos kilómetros a la espalda. Muchas horas de viajes. Pero también guarda muchas anécdotas de la carretera.

Pero Jesús tenía presente cada día su verdadera pasión: la Tauromaquia. Es descendiente de una familia muy taurina. Su padre fue un buen aficionado que llegó a ejercer de empresario taurino junto con un grupo de amigos del pueblo. Creció admirando a Antonio Ordóñez y sus verónicas de ensueño, a Paco Camino y sus naturales que detenían el tiempo y a Curro Romero y su elegancia frente al toro. El veneno del toreo lo llevaba muy metido en la sangre y cuando se te mete sólo hay un antídoto posible para apaciguarlo. Y es torear.

A ello, le dedicaba todo su tiempo libre. En los años 60 participó en las famosas tientas que se organizaban en Los Bolsicos, gracias a su gran amigo Andrés Magallanes. En aquellos tiempos era habitual ver cómo los jóvenes que soñaban con ser figura del toreo saltaban al ruedo como espontáneos para poder pegar unos pases. O con suerte, si tal vez había por allí algún apoderado con buena vista, podía echarles una mano. Jesús lo intentó y se tiró de espontáneo en plazas como Zafra o Fuente de Cantos.

En 1965 hizo su primer paseíllo. Aquel año, la desgracia se había cebado con la Iglesia de Santa María que se tiñó en llamas. Había que recaudar fondos para arreglar el templo y los taurinos siempre arrimamos el hombro para cualquier causa. Juan Ignacio Carrasco confeccionó un cartel para esta bonita plaza compuesto por Arsenio Ramos, Antonio Barbosa y Jesús Macarro Manolín. Apodo con el que se anunciaría en homenaje a su padre.

El 26 de marzo 1967 llegó su ansiado debut de luces. Un Domingo de Resurrección. Un día muy taurino y especial para los toreros. Fue aquí. En su ciudad. En la misma plaza que lo vio crecer. Con erales de José González y González y compartiendo cartel con Antonio Donaire El Sanluqueño, Pepe Bizarro y Tino Coronado. Aquel día Manolín lució un precioso traje celeste y oro, que lo alquiló para tal acontecimiento en una tienda de Sevilla y que llegó hasta aquí en aquellas viejas Estellesas.

Jesús Macarro continuó su carrera actuando en localidades cercanas como Villanueva del Fresno. El 2 de julio de 1978 volvió a hacer el paseíllo en Jerez de los Caballeros. En esta ocasión, lo hizo junto con Juan Durán El Chipi y Emilio Díaz. Fue una novillada para ayudar a la cofradía del Ecce Homo, muy necesitada por aquel entonces.

La afición desmedida de Jesuli no se detiene ahí. Llegó a hacer las labores de taquillero y de monosabio. Además de ser asesor taurino de la plaza de Jerez desde el 15 de marzo de 1962, tras su nombramiento por el Gobernador Civil. En 1983 comienza su andadura como empresario de esta plaza durante cuatro años junto con sus buenos amigos Rafael Calzado y Emilio Díaz. Fue una época de esplendor taurino en este coso. En este ruedo torearon desde Gallito de Zafra pasando por José María Manzanares, José Luis Galloso o Ruiz Miguel. Y para rematar la faena, en el año 2000 comenzó de mozo de espadas de Emilio Martín.

Pero Jesús Macarro siente también fervor por la Semana Santa. En sus 35 años en la Junta de Gobierno del Señor Coronado, ha sido capataz de la Virgen de la Amargura guiándola los Jueves Santos por nuestras calles. Asimismo ha estado 25 años en la Junta Directiva de la Hermandad de nuestra patrona, la Virgen de Aguasantas. Y no es difícil verlo cada Viernes Santo con la túnica morada acompañando Nuestro Padre Jesús.

Jesús ahora vive dedicado plenamente a su familia: su mujer Bonifacia, sus dos hijos, Jesús y Belén, y sus cinco maravillosos nietos que ellos le han dado. Aún así, él nunca se ha retirado. Él sigue en activo. Porque un corazón torero nunca deja de latir al compás de una verónica.

La Asociación Cultural Taurina Conde de la Corte te rinde este homenaje porque el mundo del toro necesita muchas más personas como tú. Aficionados que aman de verdad la Tauromaquia. Que se dejan la piel. Que han vivido por y para el toreo. Hoy el mundo del toro te devuelve todo lo que has dado por él. Gracias, Jesús Macarro Manolín.

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